Fundar 1014 Resultados para: ciudad santa

  • Por eso los poetas recitan: "¡Vengan a Jesbón! Que sea reconstruida, que sea restaurada la ciudad de Sijón. (Números 21, 27)

  • Porque ha salido fuego de Jesbón, una llamarada de la ciudad de Sijón, que consumió a Ar de Moab y a los jefes de las alturas del Arnón. (Números 21, 28)

  • Los campos de pastoreo de las ciudades que ustedes cederán a los levitas, se extenderán hasta quinientos metros alrededor de la ciudad, a partir de las murallas. (Números 35, 4)

  • Ustedes medirán fuera de la ciudad, mil metros hacia el este, mil hacia el sur, mil hacia el oeste y mil hacia el norte, tomando la ciudad como centro: estos serán los campos de pastoreo para las ciudades. (Números 35, 5)

  • y librará a aquel de las manos de este. Luego la comunidad lo hará volver a la ciudad de refugio, adonde había huido, y él permanecerá allí hasta la muerte del Sumo Sacerdote que ha sido ungido con el óleo santo. (Números 35, 25)

  • Si el homicida sale de la ciudad de refugio adonde había huido, (Números 35, 26)

  • y el vengador del homicidio lo encuentra fuera de los límites de su ciudad de refugio, lo podrá matar sin temor a ninguna represalia, (Números 35, 27)

  • porque el homicida debe permanecer en su ciudad de refugio hasta la muerte del Sumo Sacerdote, y solamente después podrá volver al lugar donde está su propiedad. (Números 35, 28)

  • Tampoco lo aceptarán de aquel que huyó a su ciudad de refugio, permitiéndole que habite nuevamente en su propia tierra antes de la muerte del Sumo Sacerdote. (Números 35, 32)

  • Desde Aroer, en la ribera del Arnón -incluyendo la ciudad que está en el valle- hasta Galaad, no hubo para nosotros ninguna ciudad inexpugnable: el Señor, nuestro Dios, nos entregó todo. (Deuteronomio 2, 36)

  • Y las consagramos al exterminio, como habíamos hecho con Sijón, rey de Jesbón, matando en cada ciudad a hombres, mujeres y niños. (Deuteronomio 3, 6)

  • Lo harás en presencia del Señor, tu Dios -en el lugar elegido por él- junto con tu hijo y tu hija, tu esclavo y tu esclava, y con el levita que viva en tu ciudad. Y en la presencia del Señor, tu Dios, te alegrarás por todos los beneficios que hayas obtenido de tu trabajo. (Deuteronomio 12, 18)


“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina