Löydetty 358 Tulokset: Trono de la Gracia

  • y con todo el pueblo que lo acompañaba se dirigió hacia Baalá de Judá, para subir de allí el Arca de Dios, la cual es llamada con el Nombre, el nombre del Señor de los ejércitos, que tiene su trono sobre los querubines. (II Samuel 6, 2)

  • Él edificará una casa para mi Nombre, y yo afianzaré para siempre su trono real. (II Samuel 7, 13)

  • Tu casa y tu reino durarán eternamente delante de mí, y tu trono será estable para siempre". (II Samuel 7, 16)

  • La mujer de Técoa le respondió: "¡Rey, mi señor, que la falta recaiga sobre mí y sobre la casa de mi padre! El rey y su trono están libres de culpa". (II Samuel 14, 9)

  • Ve a presentarte ante el rey y dile: Rey, mi señor, tú mismo has hecho este juramento a tu servidora: ‘Salomón, tu hijo, reinará después de mí y se sentará en mi trono’. ¿Por qué entonces Adonías se ha proclamado rey? (I Reyes 1, 13)

  • Ella le dijo: "Mi señor, tú mismo has hecho a tu servidora este juramento, por el Señor, tu Dios: ‘Tu hijo Salomón reinará después de mí y se sentará en mi trono’. (I Reyes 1, 17)

  • Por eso, todo Israel tiene los ojos puestos en ti, para que le anuncies quién debe sentarse en el trono de mi señor el rey, después de él. (I Reyes 1, 20)

  • Luego dijo Natán: "Mi señor el rey, sin duda tú has dicho: ‘Adonías reinará después de mí y se sentará en mi trono’. (I Reyes 1, 24)

  • Tal vez esta decisión provenga de mi señor el rey, sin que tú hayas querido hacer saber a tus servidores quién se sentaría en el trono de mi señor el rey, después de él". (I Reyes 1, 27)

  • hoy mismo daré cumplimiento a lo que te he jurado por el Señor, el Dios de Israel, cuando dije: Tu hijo Salomón reinará después de mí y se sentará en mi trono en lugar mío!". (I Reyes 1, 30)

  • Luego volverán a subir detrás de él, y él vendrá a sentarse en mi trono y reinará en mi lugar: yo lo he constituido jefe de Israel y de Judá". (I Reyes 1, 35)

  • Como el Señor estuvo con mi señor el rey, esté también con Salomón y engrandezca su trono más aún que el trono de mi señor el rey David". (I Reyes 1, 37)


O Pai celeste está sempre disposto a contentá-lo em tudo o que for para o seu bem”. São Padre Pio de Pietrelcina