Talált 168 Eredmények: ídolos

  • Por eso, di a la casa de Israel: Esto dice el Señor Dios: Convertíos, alejaos de vuestros ídolos y dejad vuestras prácticas detestables. (Ezequiel 14, 6)

  • Porque a todo aquel de la casa de Israel o de los extranjeros que viven en Israel que se aleje de mí y meta sus ídolos en su corazón, teniendo así ante los ojos el incentivo de su pecado, y venga luego al profeta para consultarme, yo mismo, el Señor, le daré respuesta. (Ezequiel 14, 7)

  • Tomaste también a tus hijos y a tus hijas que me habías dado, y los ofreciste en sacrificio, como alimento, a aquellos ídolos. ¿Acaso no era suficiente tu prostitución, (Ezequiel 16, 20)

  • Esto dice el Señor Dios: Por haber prodigado tu vergüenza y descubierto tu desnudez en tus prostituciones con tus amantes, por todos tus horrendos ídolos y por la sangre de los hijos que les has ofrecido, (Ezequiel 16, 36)

  • si no banquetea en los montes ni alza sus ojos a los ídolos de la casa de Israel; si no deshonra a la mujer de su prójimo ni se acerca a la mujer en la menstruación; (Ezequiel 18, 6)

  • oprime al pobre y al indigente, comete robos, no restituye la prenda, alza los ojos a los ídolos, practica cosas detestables, (Ezequiel 18, 12)

  • no va a banquetear en los montes, no alza los ojos a los ídolos de la casa de Israel, no deshonra a la mujer de su prójimo, (Ezequiel 18, 15)

  • Y les dije: Tirad los ídolos que seducen vuestros ojos y no os contaminéis con los ídolos de Egipto: Yo soy el Señor, vuestro Dios. (Ezequiel 20, 7)

  • Mas ellos se rebelaron contra mí y no quisieron escucharme. No tiraron los ídolos que seducían sus ojos ni abandonaron los ídolos de Egipto. (Ezequiel 20, 8)

  • porque habían despreciado mis preceptos, no habían observado mis sábados y su corazón se había ido en pos de sus ídolos. (Ezequiel 20, 16)

  • Pero advertí a sus hijos en el desierto: No sigáis las normas de vuestros padres, no imitéis sus costumbres ni os contaminéis con sus ídolos. (Ezequiel 20, 18)

  • por no haber practicado mis leyes, haber despreciado mis preceptos, profanado mis sábados y entregado su corazón a los ídolos de sus padres. (Ezequiel 20, 24)


“O Coração de Jesus não deixará cair no vazio a nossa oração se ela for plena de fé e de confiança.” São Padre Pio de Pietrelcina