Talált 168 Eredmények: ídolos

  • presentando vuestras ofrendas, haciendo pasar por el fuego a vuestros hijos; os contamináis con todos vuestros ídolos hasta el día de hoy, ¿y queréis que me deje consultar por vosotros, oh casa de Israel? Vivo yo, dice el Señor Dios, que no me he de dejar consultar por vosotros. (Ezequiel 20, 31)

  • En cuanto a vosotros, casa de Israel, esto dice el Señor Dios: ¡Servid, servid, cada uno a vuestros ídolos! Pero más tarde, sí, me escucharéis y no profanaréis más mi santo nombre con vuestras ofrendas y vuestros ídolos; (Ezequiel 20, 39)

  • Pues el rey de Babilonia se ha detenido en una encrucijada donde los dos caminos se dividen, para consultar a la suerte. Ya sacude las flechas, interroga a sus ídolos, examina el hígado. (Ezequiel 21, 26)

  • Dirás: Esto dice el Señor Dios: ¡Ay de la ciudad que vierte sangre de sus habitantes para acelerar su destrucción y fabricar ídolos con los que se contamina! (Ezequiel 22, 3)

  • Por la sangre que has derramado te has hecho culpable, te has manchado con los ídolos que te has hecho; así has adelantado tu hora, has llegado al término de tus años. Sí, te haré el oprobio de las gentes, el escarnio de toda la tierra. (Ezequiel 22, 4)

  • Con ellos se manchó, con la flor de los hijos de Asiria, de los que se había prendado, y se contaminó con todos sus ídolos. (Ezequiel 23, 7)

  • han sido la causa de todo esto, porque, prostituyéndote ante las naciones, te has contaminado con sus ídolos. (Ezequiel 23, 30)

  • pues se han hecho adúlteras y sus manos están llenas de sangre; se han prostituido con sus ídolos, y hasta a sus hijos, que me habían engendrado, los han hecho pasar por el fuego para sacrificarlos. (Ezequiel 23, 37)

  • Después de haber inmolado a sus hijos ante sus ídolos, entraban aquel mismo día en mi santuario para profanarlo. Esto es lo que han hecho dentro de mi templo. (Ezequiel 23, 39)

  • Esto dice el Señor Dios: Aniquilaré los ídolos de Menfis y no saldrán más príncipes de la tierra de Egipto. Sembraré el terror en el país de Egipto. (Ezequiel 30, 13)

  • Diles: Esto dice el Señor Dios: Coméis carne con sangre, alzáis los ojos hacia vuestros ídolos, derramáis sangre, ¿y vais a poseer el país? (Ezequiel 33, 25)

  • Yo derramé mi furor sobre ellos por la sangre que habían vertido en el país y por los ídolos con los cuales lo habían contaminado. (Ezequiel 36, 18)


“Diga ao Senhor: Faça em mim segundo a Tua vontade, mas antes de mandar-me o sofrimento, dê-me forças para que eu possa sofrer com amor.”. São Padre Pio de Pietrelcina