Talált 168 Eredmények: ídolos

  • Os rociaré con agua pura y os purificaré de todas vuestras inmundicias y de todos vuestros ídolos. (Ezequiel 36, 25)

  • No se contaminarán más con sus ídolos, sus acciones repugnantes y sus crímenes. Los salvaré de todas las infidelidades que cometieron y los purificaré. Serán mi pueblo y yo seré su Dios. (Ezequiel 37, 23)

  • También los levitas, que se alejaron de mí cuando Israel me abandonó para ir en pos de sus ídolos, cargarán con el peso de sus pecados. (Ezequiel 44, 10)

  • Sirvieron primero al pueblo ante sus ídolos y fueron ocasión de pecado para la casa de Israel; por eso he levantado mi mano contra ellos, dice el Señor Dios. Los levitas cargarán con el peso de su pecado. (Ezequiel 44, 12)

  • Le dijo un día el rey: "¿Por qué no adoras a Bel?". Él respondió: "Yo no adoro a ídolos hechos por mano humana, sino al Dios vivo, creador del cielo y de la tierra y Señor de todo viviente". (Daniel 14, 5)

  • Porque los israelitas permanecerán mucho tiempo sin rey, sin príncipe, sin sacrificios, sin estelas, sin efod y sin ídolos familiares. (Oseas 3, 4)

  • Mi pueblo consulta a su trozo de leño, y su bastón le da respuestas porque un espíritu de prostitución le ha seducido: adoran a los ídolos y abandonan a su Dios. (Oseas 4, 12)

  • Efraín se ha asociado con los ídolos: ¡Déjale! (Oseas 4, 17)

  • Han establecido reyes sin contar conmigo; han nombrado jefes sin mi aprobación. Con su plata y su oro se han hecho ídolos para su propia ruina. (Oseas 8, 4)

  • Cuanto más los llamaba, más se alejaban de mí. Ofrecían sacrificios a los baales y quemaban incienso a los ídolos. (Oseas 11, 2)

  • Todavía continúan pecando; imágenes fundidas se han hecho con su plata, figuras de ídolos de su invención, obras todas de artesanos. Hablan con ellas, ofrecen sacrificios y envían besos a becerros. (Oseas 13, 2)

  • Efraín..., ¿qué tengo yo que ver con los ídolos? Yo lo atenderé y lo protegeré. Yo soy como un pino siempre verde; de mí procede todo fruto. (Oseas 14, 9)


“Para que se preocupar com o caminho pelo qual Jesus quer que você chegue à pátria celeste – pelo deserto ou pelo campo – quando tanto por um como por outro se chegará da mesma forma à beatitude eterna?” São Padre Pio de Pietrelcina