Salmos, 44
24. ¡Despierta, Señor! ¿Por qué duermes? ¡Levántate, no nos rechaces para siempre!
24. ¡Despierta, Señor! ¿Por qué duermes? ¡Levántate, no nos rechaces para siempre!
“A cada vitória sobre o pecado corresponde um grau de glória eterna”. São Padre Pio de Pietrelcina