Talált 124 Eredmények: Decían

  • Y las gentes de Bet Semes decían: "¿Quién podrá resistir al Señor, este Dios santo? Y ¿adónde enviaremos el arca, lejos de nosotros?". (I Samuel 6, 20)

  • Todos los que lo conocían de antes y lo veían profetizando con los profetas, se decían unos a otros: "¿Qué le ha pasado al hijo de Quis? ¿También Saúl anda entre los profetas?". (I Samuel 10, 11)

  • En esto, llegó Saúl del campo detrás de los bueyes, y preguntó: "¿Qué pasa? ¿Por qué lloran?". Entonces le contaron lo que decían los hombres de Yabés. (I Samuel 11, 5)

  • Ozías murió y fue sepultado con sus padres en el campo de las sepulturas de los reyes, porque decían: "Es un leproso". Le sucedió su hijo Jotán. (II Crónicas 26, 23)

  • Por su parte, decían nuestros enemigos: "Sin que se enteren ni se den cuenta, caeremos sobre ellos, los mataremos y así pondremos fin a la obra". (Nehemías 4, 5)

  • Unos decían: "Tenemos que dar en prenda a nuestros hijos y nuestras hijas para obtener grano con que poder comer y vivir". (Nehemías 5, 2)

  • Y eso que a Dios decían: "¡Lejos de nosotros; no queremos conocer tus caminos! (Job 21, 14)

  • Decían a Dios: "¡Está lejos de nosotros! ¿Qué puede hacernos el todopoderoso?". (Job 22, 17)

  • ¿No decían las gentes de mi tienda: "Quién no ha quedado saciado en su mesa"? (Job 31, 31)

  • En su interior decían: "Destruyámoslo todo". Han quemado todos los lugares de las asambleas de Dios en el país. (Salmos 74, 8)

  • Acuérdate, Señor, contra los edomitas, que decían el día de Jerusalén: "Destruidla, destruidla hasta sus cimientos". (Salmos 137, 7)

  • "Moriremos -decían-, pero el cielo y la tierra serán testigos de nuestra injusta muerte". (I Macabeos 2, 37)


“O trabalho é tão sagrado como a oração”. São Padre Pio de Pietrelcina