Talált 124 Eredmények: Decían

  • y enviaron cartas a Judas y a sus hermanos en las que decían: "Los gentiles que nos rodean se han conjurado contra nosotros para exterminarnos, (I Macabeos 5, 10)

  • pues decían: "Un sacerdote de la estirpe de Aarón viene con el ejército; él no nos hará mal". (I Macabeos 7, 14)

  • Los judíos, que le acompañaban por la fuerza, le decían: "No intentes aniquilarlos tan feroz y tan salvajemente; ten respeto al día de sábado, honrado y declarado santo por aquel que todo lo ve". (II Macabeos 15, 2)

  • Y lo pondré en la mano de tus opresores, de los que te decían: ¡Agáchate para que pasemos por encima!, y tú hiciste de tu espalda un suelo, un camino para los viandantes. (Isaías 51, 23)

  • Todo el que lo encontraba lo devoraba, y sus enemigos decían: "En esto no hacemos ningún mal, porque han pecado contra el Señor, sede de la justicia, esperanza de sus padres". (Jeremías 50, 7)

  • Decían a sus madres: "¿Dónde está el pan y el vino?", mientras caían como heridos en las plazas de la ciudad y exhalaban su espíritu en el regazo de sus madres. (Lamentaciones 2, 12)

  • Les decían: "Ahí os mandamos dinero para que con él compréis holocaustos, sacrificios por el pecado e incienso; haced ofrendas y presentadlas sobre el altar del Señor Dios nuestro. (Baruc 1, 10)

  • Entonces los tres, a coro, se pusieron a cantar, glorificando y bendiciendo a Dios dentro del horno. Decían: (Daniel 3, 51)

  • Los discípulos, asombrados, decían: "¿Quién es éste que hasta el viento y el mar le obedecen?". (Mateo 8, 27)

  • Los fariseos, al verlo, decían a los discípulos: "¿Por qué vuestro maestro come con los publicanos y pecadores?". (Mateo 9, 11)

  • Jesús echó al demonio, y el mudo empezó a hablar. Las gentes decían maravilladas: "Jamás se ha visto cosa semejante en Israel". (Mateo 9, 33)

  • Pero los fariseos decían: "Echa a los demonios con el poder del príncipe de los demonios". (Mateo 9, 34)


“Peçamos a São José o dom da perseverança até o final”. São Padre Pio de Pietrelcina