Talált 124 Eredmények: Decían

  • Y es que los maestros de la ley decían: "Tiene un espíritu inmundo". (Marcos 3, 30)

  • Ellos quedaron sumamente atemorizados, y se decían unos a otros: "¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen?". (Marcos 4, 41)

  • La fama de Jesús llegó a oídos del rey Herodes. Unos decían: "Ése es Juan Bautista, que ha resucitado y tiene el poder de hacer milagros"; (Marcos 6, 14)

  • otros decían: "Es Elías", y otros: "Es un profeta como los antiguos". (Marcos 6, 15)

  • Y en el colmo de la admiración decían: "Todo lo ha hecho bien, hasta a los sordos hace oír y a los mudos hablar". (Marcos 7, 37)

  • Y el espíritu, dando gritos y haciendo que el muchacho se retorciera violentamente, salió de él, dejándolo como muerto, tanto que muchos decían que estaba muerto. (Marcos 9, 26)

  • Ellos, más asombrados todavía, se decían: "Entonces, ¿quién puede salvarse?". (Marcos 10, 26)

  • Pero decían: "Durante la fiesta no, para que el pueblo no se alborote". (Marcos 14, 2)

  • Él lo negó otra vez. Y poco después los presentes decían a Pedro: "Ciertamente eres de ellos, porque eres galileo". (Marcos 14, 70)

  • Del mismo modo los sumos sacerdotes y los maestros de la ley se burlaban de él y decían: "Ha salvado a otros y no puede salvarse a sí mismo. (Marcos 15, 31)

  • Algunos de los presentes, al oírlo, decían: "Mirad, llama a Elías". (Marcos 15, 35)

  • Todos los que las oían decían pensativos: "¿Qué llegará a ser este niño?". Porque la mano del Señor estaba con él. (Lucas 1, 66)


“Sigamos o caminho que nos conduz a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina