Salmos, 67
2. ¡Dios nos tenga piedad y nos bendiga, su rostro haga brillar sobre nosotros!
2. ¡Dios nos tenga piedad y nos bendiga, su rostro haga brillar sobre nosotros!
El Salmo 67 es un himno de alabanza que llora por la bendición de Dios sobre el pueblo y lo alaba por su bondad y fidelidad. El salmista le pide a Dios que otorgue su gracia y salvación a todas las naciones de la tierra. El Salmo 67 refleja la visión universalista de la salvación en la que todas las naciones son bendecidas por Dios. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en el Salmo 67:
Salmo 22:27: "Todos los límites de la tierra recordarán y recurrirán al Señor, y todas las familias de las naciones serán postradas ante él". Este versículo habla sobre la universalidad de adoración al Señor, que es similar al tema del Salmo 67, donde el salmista le pregunta la bendición de Dios a todas las naciones de la tierra.
Salmo 47:1: "Aplaudí, todos los pueblos; Aclamación a Dios con una voz de triunfo". Este versículo enfatiza la adoración universal de Dios, que es similar al tema del Salmo 67, donde el salmista le pide la bendición de Dios a todas las naciones de la tierra.
Salmo 117:1-2: "Alabado al Señor, todas las naciones; alabarlo, todos los pueblos. Porque su amabilidad es grande para nosotros, y la verdad del Señor dura para siempre. Alabado al Señor". Este versículo destaca la universalidad del amor de Dios por todas las naciones y pueblos, que es similar al tema del Salmo 67.
Salmo 145:9: "El Señor es bueno para todos, y sus misericordias son sobre todas sus obras". Este verso destaca la bondad universal de Dios y su misericordia sobre todas sus obras, que es similar al tema del Salmo 67, donde el salmista le pide la bendición de Dios a todas las naciones de la tierra.
Isaías 49:6: "E disse-me: É pouco que sejas o meu servo, para restaurares as tribos de Jacó e tornares a trazer os preservados de Israel; também te dei para luz dos gentios, para seres a minha salvação até à extremidade de la tierra." Este versículo habla sobre la misión universal del siervo del Señor, que es similar al tema del Salmo 67, donde el salmista le pide la bendición de Dios a todas las naciones de la tierra.
“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina