1. ¡Qué bueno es cantar para el Señor!, ¡qué agradable alabar a nuestro Dios!

2. El Señor reconstruye Jerusalén y reúne a los dispersos de Israel,

3. él cura los corazones rotos y venda sus heridas.

4. Él cuenta el número de las estrellas y llama a cada una por su nombre.

5. Nuestro Señor es grande y todopoderoso, su inteligencia es infinita.

6. El Señor sostiene a los humildes y humilla hasta el polvo a los malvados.

7. Cantad al Señor la acción de gracias, tocad el arpa para nuestro Dios.

8. Él cubre de nubes el cielo, prepara la lluvia para la tierra y hace brotar hierba en los montes;

9. él da el alimento a los ganados y a las crías del cuervo cuando chillan.

10. No tiene en cuenta el brío del caballo ni se complace en los músculos del hombre;

11. el Señor se complace en sus amigos, en aquellos que confían en su amor.

12. Glorifica al Señor, Jerusalén; alaba a tu Dios, Sión.

13. Él reforzó los cerrojos de tus puertas y bendijo a tus hijos dentro de tus murallas;

14. hace reinar la paz en tus fronteras y te sacia con la flor del trigo;

15. envía sus órdenes a la tierra y su palabra corre velozmente;

16. manda la nieve como lana, esparce la escarcha cual ceniza;

17. arroja sus granizos como migas de pan y con el frío las aguas se congelan;

18. envía su palabra y las derrite, hace soplar el viento y las aguas vuelven a correr.

19. Él anuncia su palabra a Jacob, sus leyes y sus decretos a Israel.

20. Esto no lo ha hecho con ningún otro pueblo, no les dio a conocer sus mandamientos. ¡Aleluya!





“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina